Dentro del ámbito laboral, sin llegar a la necesidad de una demanda judicial, existe la opción de acudir a un acto de conciliación para tratar un problema o desacuerdo (como puede ser un despido, una sanción o una deuda) entre el empleado y la empresa sin la intervención de un juez. El acto se realiza en los servicios de conciliación de cada Comunidad Autónoma, donde el trabajador tiene el derecho de presentar una papeleta escrita, ya sea un texto propio o un formulario a rellenar, como prueba física a la hora de presentar las quejas formales.
Siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado experto en derecho laboral, pues no resulta nada sencillo formular correctamente las peticiones sin conocimientos jurídicos. Tras la entrega, el Servicio Autonómico será el encargado de citar al trabajador y a la empresa para acudir al acto de conciliación. En muchas ocasiones, este momento coincide con aquel en que la empresa se entera de que uno de sus empleados ha manifestado una reclamación, ya que recibe la citación con el día y el lugar exacto en el que deberán encontrarse.
Durante el encuentro puede llegarse a un acuerdo o no. En caso de no alcanzarlo, el empleado puede presentar una demanda ante el juzgado de lo correspondiente.